EL DRAMA ROMÁNTICO
Podemos situar algunos estrenos como verdaderos hitos:
1834 La Conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa, se considera como el comienzo del romanticismo en España, tras este estreno se producen otros que abarcan toda una década y se denomina el periodo más representativo del romanticismo español. El teatro es el género de mayor repercusión en el público.
1835 Don Álvaro, Duque de Rivas.
1836 El Trovador, Antonio García Gutiérrez.
1837 Los amantes de Teruel, Hartzenbush.
1840 el zapatero y el rey, Zorrilla.
1844 Don Juan Tenorio, Zorrilla.
Una década que sirve para abarcar un género que nace y muere en los límites de estos 10 años.
En 1850 nos encontramos con Zorrilla que declara que los románticos son seres remotos que forman parte del pasado.
Hay que hablar en primer lugar de la espectacularidad del teatro a partir de la Conjuración de Venecia y la continuidad de la fórmula teatral de esta obra y las fórmulas teatrales más antiguas que siguen teniendo mucho éxito en la época del romanticismo.
El drama romántico español nunca se separa de ciertos elementos que son las que rigen las obras realistas: casamiento no deseado por las familias, por ejemplo: los amantes de Teruel.
El drama romántico recibe también elementos de otros movimientos de la época(nuevos o antiguos, tradición neoclásica).